"El 'paddle surf' es el deporte ideal para maduritos como yo"

    Espero Eduard delante del Club Náutico de Cabrera de Mar. Ha marchado en Vilassar a buscar su mesa y llegará por mar, naturalmente. Hemos estado hablando de tele y de las dos obras de teatro que pronto estrenará en Cataluña. Él y la actriz Marta Marco serán los protagonistas de Contra el viento del norte, la adaptación teatral delbestseller de Daniel Glattauer que se estrenará en diciembre en Reus y en enero en Barcelona. Curiosamente, de fondo suena Everytime we say goodbye, un tema que podría ser muy bien la banda sonora de la obra. "La adaptación ya se ha hecho en Madrid y Euskadi y ha ido de cojones!"

Ondea la bandera amarilla en la playa por el viento, que sopla fuerte y riza el mar. Los bañistas se divierten saltando las olas y un grupo de chicos y chicas buscan la ola ideal sobre sus tablas de surf. Salen por el canal del club náutico marcado con boyas y separado de la zona de baño. Viendo el grupo de jóvenes me viene a la cabeza lo que me ha explicado Eduard sobre la obra que se estrenará el año que viene en el Teatre Lliure, La ola. Me ha recordado la historia: "Un profe de un instituto de Palo Alto, California, hizo un estudio con un grupo de estudiantes para intentar explicarles qué era la autocracia. Estos adolescentes no entendían cómo era posible que en un momento determinado todo un país, Alemania, abrazara el nacionalsocialismo. El profesor, en lugar de enfocarlo de una manera teórica, hizo una serie de ejercicios con ellos que les llevó a comportarse de una manera terrible ".

  Adaptaciones

    No es una adaptación directa del guión cinematográfico, sino del caso real. "La peli está muy bien, pero el montaje teatral es más duro y contundente. Me provoca mucha erección porque he pasado a ser el abuelo de toda una serie de chavales de quince años con una energía brutal. Espero aprender muchas cosas ellos ". Río. Y luego añade con sinceridad: "Espero aprender muchas cosas de ellos".

Hace poco lo vimos protagonizando Toledo en Antena 3 y acaba de llegar de Madrid, donde rueda la serie Niños robados. Otro caso real: "Es una miniserie de Telecinco que habla de los bebés que en los años 70 y 80 eran dados a familias acomodadas como hijos propios después de decir a sus madres biológicas que habían muerto. Hay interpreto un señor que no puede tener hijos ".

    De lejos veo venir Eduard remando con fuerza, contra corriente, manteniendo el equilibrio sobre la tabla de paddle surf pesar de la ventolera. Ha salido, como cada día, desde la playa de Vilassar, donde vive con su familia. "Cuando nacieron las pequeñas, las gemelas, decidimos marchar a vivir fuera de Barcelona. Nuestra vida allí, con cinco hijos, era complicada, por no decir imposible. En Vilassar encontramos una casa que nos gustó y aquí me cogió la afición de correr. Llegaba hasta el castillo de Burriac! Corría diariamente para sacarme una desazón natural que tengo ", me cuenta riendo. Pero cayó y un esguince de segundo grado en el tobillo lo dejó fuera de juego.

    "El fisioterapeuta me recomendó que hiciera paddle surf, un deporte muy completo: ejercitas todo el cuerpo con cero impacto para los huesos y trabajas la musculatura porque haces equilibrio todo el tiempo". Va probarlo y le gustó. Mucho. "Primero me compré una tabla inflable, que queda tan dura como una zodiac. Hasta que una Navidad, los Reyes me trajeron esta tabla. Desde entonces procuro salir cada día, en invierno con traje de neopreno para no pasar frío. Este deporte comienza a ser conocido en nuestro país y las autoridades, que les da eso de reglamentar todo, ya están encima. Pero, hasta ahora, cuando veía la mar calmada delante de casa, bajaba la mesa, cogía los niños, salíamos hasta la boya y volvíamos. Ahora sólo podemos salir por el sendero de boyas que han instalado ".

Le gustaría probarlo en Hawai. "Con instructores, claro. A mis hijos les gusta mucho el surf". Con ironía dice: "Es un deporte ideal para los quarantons, como yo". Y es que si el mar está calmada lo puede practicar todo el mundo. "Si está movido ya debes saber algo," advierte. Cristina Calderer comienza a fotografiar al actor, que ya es ante nosotros utilizando el remo como timón, jugando con las olas.              "Este es el tercer año que practico paddle surf. Sólo he fallado la temporada que he estado en Madrid trabajando. Evidentemente allí no podía porque, entre otros inconvenientes, no hay mar".

Eduard ha encontrado su lugar en el mundo en el Maresme. "Ahora mismo me vería incapaz de volver a vivir a Barcelona. La oferta cultural te queda más lejos, pero los ratos de paz que tengo aquí no las encontraría allí. Y los chavales el 23 de junio comienzan las vacaciones de verdad. A todos los pueblos de alrededor hay tradición de deportes de mar, hay diferentes clubes con muchos años de historia. Estos pueblos han dejado de ser viviendas de fin de semana para acoger la gente que vivimos todo el año. Aquí un día de descanso se multiplica por tres. Es la gloria!"